Nicola Costantino y Gabriel Valansi – Aguirre, la ira de Dios

Buenos Aires, noviembre de 2007. Nº 44 / Año 4.

Acaban de abrir un espacio de arte gestionado por ellos mismos, llamado nada menos que “Aguirre la ira de Dios”, en Aguirre y Juan B. Justo. Laura Batkis estuvo allí, los entrevistó y desgrabó todo en tiempo record. Fotos de Alejandro Lipszyk.

Además de compartir este proyecto, Nicola Costantino y Gabriel Valansi han conformado un equipo de trabajo con el cual Nicola acaba de ganar el Gran Premio el Salón Nacional por su fotografía Autorretrato

¿Qué es “Aguirre la ira de Dios”?

Nicola: Fue una iniciativa mía. Hace dos años buscaba un lugar para vivir y me pareció que comprar un edificio en bloque, transformarlo y subdividirlo era conveniente económicamente. Los artistas necesitamos espacios grandes. Entonces encontré un edificio que era una fábrica abandonada, una carpintería de cuatro pisos. Puse mis ahorros para la reserva y empecé a buscar socios. Quería gente relacionada al arte. Los primeros que entraron en este proyecto fueron Sebastiano Mauri, Laura Buccellato y Cecilia Remiro. Fuimos los primeros cuatro que compramos el edificio. Y comenzamos la obra con un proyecto de Horacio Torcello. Pusimos en venta la planta baja, entonces hicimos un proyecto de local para el frente. Y loft con jardín para el contrafrente. Gabriel Valansi compró la parte de atrás donde tiene su estudio de fotolografía. 

¿Cómo surgió la idea de poner un espacio de arte en el local de adelante?

Gabriel: La persona que compró esa parte me dio la posibilidad de hacer un emprendimiento autogestionante para exponer la obra de artistas jóvenes.

Ustedes de alguna manera forman un equipo de artistas…

N: Sí, trabajamos en equipo. En este edificio vive también Florencia Rodríguez Giles, una artista joven con la que comparto taller hace muchos años y ella hace gran parte del photoshop en nuestros trabajos. Somos un equipo que nos complementamos.

G: Está Pablo Caligaris que es fotógrafo y diseñador, y los fotógrafos: Santiago Porter, Daniel Nieves y Sebastián Ingrattia. También VVV, una galería especialmente dedicada a la fotografía y el video.

Nicola, acabás de ganar el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional con una fotografía. El año pasado ganaste el primer premio Petrobrás en Buenos Aires Photo. ¿De quién es la obra? ¿Quién firma la obra?

N: Yo soy escultura. Pero ahora, estando con Gabriel, con su influencia y aprender un montón de cosas, quise empezar a hacer trabajos en fotografía. Gabriel no solamente saca las fotos, sino que es como un coach que a me da mucha seguridad.

¿Te parece que la estas dirigiendo?  

G: Siento que es un trabajo de Nicola, por eso lo firma ella. Tiene que ver con su iconografía, con sus temáticas, su mundo y su universo. No puedo decir que esto es mi obra porque no lo es. Yo le pongo la profesión, la cámara y las luces. La ayudo a pensar sus ideas, sí, hago dirección de obra desde el lugar mío de fotógrafo, como si yo el día de mañana quisiera hacer un objeto en donde ella es realmente la que entiende la materialidad de las cosas. Actualmente estoy realizando proyectos en donde ella me asiste. 

La obra es de Nicola.

G: Sí, Nicola pudo haber contratado a cualquiera para que le haga “click” en la cámara. Y de hecho es una práctica común en el arte contemporáneo: Sophie Calle nunca sacó una foto y es considerada una artista que usa la fotografía, como Cindy Sherman y tantos otros.

Lo que haces tiene algo de la dirección de arte. 

G: Claramente la autoría es de Nicola. En lo personal no es un universo que yo tenga, lo admiro, la respeto y la ayudo a plasmarlo de la mejor manera. Pero le pertenece por derecho propio hace muchos años. En algún lado está plasmando cosas que viene haciendo hace quince años.

La obra con la que ganaste el premio es un autorretrato con un chancho bola en la mano. En ese límite de tu obra entre la belleza y la agonía, pero en este caso el tema es la maternidad. 

N: Es una especie de imagen de la maternidad y religiosa. La cara te hace remitir a la Virgen de las Rocas de Leonardo Da Vinci. Hay referencias históricas a obras renacentistas. Mi elección es al guiño de lo clásico, más que a lo contemporáneo. Esa cosa de belleza pero terrible, ese bebé todo cortado y cocido.

¿Te da la sensación que una obra de arte tuya tiene que ver con una gestación?

N: Si, en algunas obras tiene que ver con la gestación. Con lo que no nació o lo que está por nacer. Lo que está por salir. Todo lo que tiene que ver con la gestación y la maternidad.

La gestación de este espacio nuevo que es Aguirre, se acaba de estrenar ¿Cómo se llega a este sitio?  

G: Por cita, llamando por teléfono, no está abierto al público, por razones económicas, porque no podemos tener una secretaria todo el tiempo. Nuestra página web es: www.lairadedios.com.ar  

Ahora hay una muestra de fotografía. 

G: Sí, porque la fotografía – paradójicamente – está pasando por un momento decisivo. Para muchos teóricos existe ya lo que se llama la “muerte de la fotografía”. Esta muerte del soporte tiene que ver, entre otras cosas, con la irrupción de las nuevas tecnologías. Me parece interesante poder sostener un lugar en donde se discuta con obra este tránsito de la fotografía hacia otras posibles y nuevas maneras de generar sentido.

Nicola, se habló muchas veces de la muerte del arte, sin embargo te estás refugiando en el arte clásico. 

N: Creo que un artista no puede pensar en la muerte de lo que se está dedicando. Yo ahora estoy volviendo a realimentarme de mis propias obras. Como el tema de la comida, solo cambio el soporte. 

Aguirre, la ira de Dios, no parece ser, no es, una galería de arte tradicional. 

N: No, y la idea es que haya más opciones, más lugares donde se puedan ver buenas obras y a nosotros nos interesa invitar a exponer a gente que hace obra que a nosotros nos interesa y que consideramos buena. Convocar gente, curadores, críticos. Generar un espacio vivo.

G: El espacio no nace con una expectativa comercial. El factor comercial en una galería muchas veces es un condicionante sobre la obra. Por eso preferimos mantener el espacio solo como un lugar de exposición y experimentación. Si alguien quisiera adquirir una obra que esté expuesta en este espacio, lo ponemos en contacto con el artista. 

N: Nada está cerrado, al contrario, estamos abiertos a las propuestas que vayan surgiendo. A mí me gustaría que La ira de Dios tuviera un lugar en una feria, pero que estuviera en algún espacio sin fines de lucro y gestionado por artistas. En otros lugares pasan cosas parecidas a lo que estamos haciendo. Por ejemplo, Oscar Muñoz tiene un espacio que se llama Lugar a dudas. En Rio de Janeiro, Ernesto Neto tiene el espacio La Carioca. 

POR LAURA BATKIS